El desapego es la capacidad que tenemos de soltar, desaprender y salir de nuestra zona de confort, para no depender ni necesitar de cosas o personas para nuestra felicidad.
Aunque parezca difícil, cuando vivimos desde el desapego, disfrutamos mucho más de lo que tenemos sin atesorar, y no sufrimos tanto cuando ya no lo tenemos.
- Agradece por lo que tienes todos los días (lo bueno y lo malo), hacernos conscientes de lo que tenemos nos permite disfrutarlo más.
- Agradece por las cosas que antes tuviste y ahora no. (Ese perfume que se te acabó, esa persona que amabas y ya no está, el carro que soñaste y ahora no tienes, etc..) Aprende a agradecer también por lo que ya no tienes, porque en su momento fue importante y te hizo feliz.
- Tu felicidad solo depende de ti. No de una persona, no de un objeto, ni de un momento. Siendo así, la única persona responsable de tu felicidad, ERES TÚ MISMO.
- Aprende a soltar. Nada nos pertenece, debemos aprender a soltar lo que ya no está en nuestra vida y ser felices, porque en algún momento tuvimos la posibilidad de disfrutarlo.
- Vive y disfruta al máximo lo que tienes ahora, TU PRESENTE (a tu familia, tus amigos, tus libros favoritos, tu trabajo) disfrútalo tanto cuando lo tienes, que cuando ya no lo tengas seas feliz porque lo viviste al máximo.
El universo nos presta cada persona que nos rodea, cada cosa y cada momento; para que lo disfrutemos y seamos felices, pero también para que aprendamos a soltar cuando sea necesario.
¿Qué tal si en vez de estar triste porque perdiste algo, te alegras porque lo disfrutaste y lo viviste?
La clave del desapego está en la gratitud, y la consecuencia de la gratitud, es la felicidad.
Vinimos al mundo siendo almas libres, ama, disfruta, sonríe, vive y aprende a soltar cuando sea el momento indicado.
Escrito por: Sara Manuela Castrillón Ossa
